martes, 2 de octubre de 2007

Cuando se cierra una puerta, se abre una ventana



No sé por qué, exactamente, desde siempre me han llamado la atención los refranes, frases populares o dichos, al igual que frases famosas de la historia y sobre todo los dichos orientales, que unifican la belleza a sutiles moralejas con fines educativos.


El caso, es que hoy, de repente, se me vino a la cabeza la frase que da título a este post, y quizás, inmediatamente me ha dado por pensar si la frase es cierta en toda su magnitud. No creo que sea cierto que se nos cierren puertas, supongo que al final, toda acción, activa una reacción, lo que se suele llamar reacción en cadena, y creo que las puertas que se nos cierran , en un pocentaje muy alto, se deben principalmente a nuestras propias acciones, a nuestras propias decisiones, es decir, no se nos cierran, las cerramos nosotros. En cambio, las ventanas que se nos abren, no dependen de nuestras acciones, ni tampoco de nuestras decisiones, no, al menos, en el mismo porcentaje con el que cerramos puertas, y eso es preocupante. Controlamos en gran medida las puertas que se nos cierran, pero no tenemos casi control sobre las ventanas que se nos abren.


Es difícil y complicado darse cuenta de la cantidad de puertas que cerramos, consciente o inconscientemente, al cabo de una vida con nuestras acciones y con nuestras decisiones, pero no deja de ser más complicado y más traumático, cuando descubres tu casi ausencia de control sobre ello, el observar que las ventanas que se van abriendo casi no dependen de nosotros, y que sólo, en el momento que decidimos observar a través de ellas, es cuando empezamos a poder ejercer algún tipo de influencia en aquello que dicha ventana, nos quiere mostrar.


Dicho con otras palabras, cuando nos obcecamos en tener un control sobre nuestra vida, sobre nuestras acciones y sobre las consecuencias que desencadenarán nuestras decisiones, no estamos valorando la realidad de que sólo controlamos una parte de nuestra vida, y que la misma, está condicionada por todo lo que nos rodea y por las personas que influyen, en mayor o menor medida, en nuestro entorno.


Creo que es un error, en ocasiones bastante grave, cerrar puertas esperando a que se abra una ventana que nos permita ver o encontrar algo que estamos buscando, quizás tengamos suerte y se abra la ventana adecuada, o quizás, se abran otras ventanas que no tienen nada que ver con lo que esperábamos encontrar al cerrar dicha puerta, y lo más probable es, que la propia frustación, no nos deje ver que quizás lo que nos muestran las ventanas que se hayan podido abrir, es inmensamente más bonito y hermoso que lo que esperábamos encontrar, pero no seamos capaces de disfrutarlo y apreciarlo por nuestra propia incapacidad para aceptar nuestra falta de control, o por la frustación, o por la soberbia, o por el orgullo, o por el miedo... Quizás, no todas las ventanas que se nos abran sean así, pero probablemente, más de una lo sería si le diéramos la oportunidad.


En la vida, cubrimos etapas, cerramos ciclos, pero esto no debe de significar que, a su vez, haya que cerrarse puertas. Detrás de una puerta cerrada no se ve nada, pero no podemos olvidar que detrás de esa puerta quedó parte de nuestra vida, y no tener opción a recordarla es condenar al olvido una parte de nosotros mismos, porque al final, no me cabe duda de que, hoy somos como somos, gracias a lo que un día vivimos, a lo que un día hicimos, a lo que no llegamos a hacer o a lo que no vivimos.


Cerrar puertas, ¿para qué?, probablemente las ventanas se nos seguirán abriendo, no dejarán de abrirse a poco que observemos un poco lo que nos rodea, por lo que no creo que sea necesario cerrarse puertas.


Es mejor dejarlas entornadas para que el aire del mañana que entre por las nuevas ventanas abiertas resfresquen tu rostro, tu mente y tu alma, para poder correr libre entre las puertas y se mezcle así, con el aire que fluye de tu pasado, creando un nuevo aroma que sea un reflejo de tu identidad y que al olerlo no te permita olvidarte de lo que eres, permitiéndote mirar al futuro sin ningún tipo de dudas ni miedos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tratando de darle ánimos a una vija y larga historia descubrí tus letras...

jessica_si@msn.com

Anónimo dijo...

vieja,jaja