viernes, 17 de agosto de 2007

Compañera


A veces te busco, otras veces eres tú quien me encuentra.


A veces llegas sin avisar, otras veces llegas avisando con meses de antelación, aunque a mis torpes ojos, no sea capaz de entender tu aviso, sino tiempo después de tu llegada.


A veces me ayudas a pensar con claridad, a conocerme a mi mismo mejor, a rescatar recuerdos casi olvidados, otras veces me hundes, me llevas a rincones perdidos de mi memoria, donde escondí retazos de recuerdos que quise olvidar.


A veces me hablas serenamente, casi con susurros, costándome incluso entenderte, otras, sin embargo guardas silencio mientras me miras.


Pero siempre estás ahí, esperando tu momento, siempre estás a mi lado aunque no sea capaz de verte. Compañera de sonrisas, compañera de lágrimas, compañera de fatigas. Siempre acabas apareciendo compañera, incluso en los momentos en los que no te espero, y me envuelves con tu frío abrigo que sin embargo es dulce y suave, embriagando mi vida con olores del recuerdo, la nostalgia y armoniosa rutina que siempre traes contigo, recordándome quién soy, y por qué soy como soy, haciéndome ver mis errores, haciéndome ver que quizás hoy no soy aquello que creí ser ayer.

Si, compañera, estas letras van dedicadas a ti, mi dulce e infatigable compañera, porque al final de cada camino que ando me lleva como destino a tus brazos, Soledad...

Unos dicen que cuando eres impuesta, soledad, eres el peor de los tormentos para una persona, obligándole a recordar todo aquello que ha perdido y que hace que se sienta sola, otros dicen que cuando se te elige como compañera, ayudas a crecer a esa persona, la enseñas cómo es, a conocerse, a quererse, reavivas su creatividad, traes contigo sus musas...

No puedo juzgarte, ni si quiera quiero hacerlo, no me atrevo, y ni si quiera sé si viniste impuesta o si fui yo quien te llamó, el caso es que viniste hace tiempo, y hoy tengo la sensación de que realmente nunca te llegaste a marchar de mi lado. Debería de agradecerte tantos años de abnegada entrega y de compañía, pero tampoco sé si quiero agradecerte algo que yo no te pedí.
Me recuerda a la historia del Sol y de la Luna, enamorados pero sin poder verse nunca, salvo en aquellos mágicos momentos en los que se produce un eclipse, provocando que tanto la fuerte luz que irradia el Sol como la ténue y suave luz que emana la Luna se apaguen entre si, oscureciendo el día para que aquellos curiosos que les espíen no puedan verles mientras se besan. Así somos nosotros, tú y yo, Soledad, solo que yo sé que no estoy enamorado de ti, pero tengo dudas de que tú no lo estés de mi. Sé que a veces he corrido a tu lado para abrazarte, buscando un refugio tranquilo cuando los tormentos de mi alma y de mi corazón han hecho mella en mi fortaleza, sé que te he utilizado a veces para esconderme de aquello que no quería enfrentarme y me has recogido con los brazos abiertos, pero la mayoría de las veces has sido tú quien ha venido a mi vida sin yo querer que aparecieras, no me das a elegir, no puedo elegir, eres tú quien decide, eres tú quien aparece y revuelve mi vida como si de un huracán se tratara, me arrancas de aquello que me hacía feliz y me enseña lo torpe, errático y desastroso de mi personalidad, haciéndome ver que si estás aquí, conmigo, no es tu elección, que es la mía, que si pierdo lo que tengo es por mis propios errores y no porque tú hayas decido aparecer nuevamente, y que si no te acabas de ir nunca es porque realmente yo no aprendo nada de aquello que me quieres enseñar.

Hoy compañera, te siento más cerca que nunca, hoy sin quererlo, siento tu respiración cerca de mi, hoy presiento en el aire el aroma tan característico que dejas cuando me visitas... Por hoy también quiero decirte que te equivocas, porque no te tengo miedo, ya me acostumbré a tu presencia y a vivir feliz con fugaces momentos de felicidad, sé que acabarás apareciendo, pero eso no me impide disfrutar de esos momentos olvidándome de tu existencia, sé que las largas horas en tu compañía me han hecho reflexionar sobre muchas cosas referentes a mi y a todo lo que me rodea, sé que algunas cosas he aprendido gracias a ti, pero otras, y no son tantas como me susurrabas, no estaban mal, porque son parte de mi y forman parte de lo que soy, y lo que soy no lo puedo cambiar, es invariable, y es lo que hace y hará que las personas que me quieren y a los que les importo tengan esos sentimientos hacia mi. No, esta vez no me dejaré engañar por tus tretas, esta vez no te dejaré quedarte más tiempo del imprescindible, esta vez me aprovecharé tanto de ti como tú de mi, y cuando llegue el momento te diré adios, pero esta vez no estaré pensando cuándo volverás, esta vez, me despediré creyendo ciegamente que nunca volverás, esta vez, querida compañera, tu camino y el mío se dividirán en dos, y yo andaré mi camino sólo, sin tu ayuda y sin tu presencia, porque sé que hay muchas personas que no me dejarán caminar sólo, que me ayudarán cuando me caiga y que me tenderán su mano para ayudarme a seguir andando hacia donde el camino me quiera llevar, pero esta vez, el camino no llegará hasta donde tu estés, sino hacia donde esté aquello que quiera encontrar... Esta vez, soledad, he aprendido la lección que tanto tiempo llevas queriéndome enseñar...

Gracias por todo compañera, espero que me estés escuchando, porque ahora ya no te siento tan cerca...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ola..
soy jesuspcc27 del foro de loroadictos,
he entrado aqui por que lo he visto en tu perfil.
Te quiero felicitar de verdad por lo bien que escribes, y me ha encantado leer todos tus textos,(que por cierto al contrario de otros no se hace nada pesaos..) en los que se aprende muchisimas cosas.
Asi que te animo a seguir escribiendo, para que todos los que entramos aki podamos disfrutar y aprender mas cosas, que nunc vienen mal.

un saludo¡¡
jesuspc27@hotmail.com

Carlos dijo...

Hola Jesús!!

Muchas gracias, la idea de este blog era tener un sitio donde poder escribir sobre aquellas cosas que van marcando, por alguna razón el día a día, como un pequeño diario, donde ir guardando pensamientos, sentimientos y acontecimientos, que aunque por pequeños que sean no quiero olvidar. Me alegro de que te hayan gustado los post, y por supuesto que todo el mundo es bienvenido a entrar aquí, porque mi intención no es hacer un blog personal, sino un sitio donde poder compartir con los demás ideas, pensamientos y acontecimientos, así que si alguien debe de darte las gracias soy yo por entrar y ser partícipe del blog.

Muchas gracias de nuevo y un saludo!!
Carlos

Anónimo dijo...

La soledad es un buen refugio pero una pesima morada
megararebeca.spaces.live.com