Habla alto y claro para que no haya malas interpretaciones en tus palabras, habla sin medias tintas, para que no haya dobles entendidos, moléstate en aclarar las dudas que tu "discurso" pueda dejar en aquellos que lo oyeron, porque es la única forma en la que casi tienes asegurado el no ser esclavo de las dobles interpretaciones que se pudieran dar a tu discurso, sólo serás esclavo de las promesas que pudieran ir con tus palabras....
Dos no discuten si uno no quiere, no lleva más razón aquel que grita más para hacerse oir, pierde la razón aquel que pierde las formas, los amores más reñidos son los más queridos, etcétera, etcétera...
Supongo que son frases que todos hemos oido alguna vez, incluso seguro que las hemos utilizado en alguna ocasión, y supongo que se me olvidan muchísimas más, pero no es mi intención tampoco llenar este post de frases hechas o refranes. Mi intención es otra, es la necesidad del ser humano de discutir, que dicho sea de paso me parece genial, sería horrible que todos tuviéramos los mismos pensamientos, los mismos ideales, las mismas religiones, los mismos sentimientos, las mismas culturas, sería como no utilizar todos los recursos y todas la capacidades que tiene el ser humano. No, no van por ahí los tiros, no quiero criticar las discusiones, porque me parecen muy válidas, quiero criticar a los que no saben discutir sin enojarse, sin que se les hinchen las venas del cuello, sin perder el respeto, sin agredir física o verbalmente a su oponente en la discusión. Una vez dije una frase que a mis excompañeros de trabajo les hizo mucha gracia, pues uno de ellos, sólo argumentaba sus razones a través de insultos a aquellos que opinaban lo contrario, por lo que finalmente le contesté que el insulto es la salida del ignorante cuando se queda sin argumentos inteligentes con los que rebatir; sólo tiempo después me di cuenta de la magnitud de la frase, y obviamente la palabra ignorante no es en tono peyorativo, sino que está empleada en su acepción más literal, es decir, ignorante es igual a aquella persona que desconoce el significado o la existencia de algo, nada más y nada menos.
Pues bien, esa es mi crítica, no sé por qué en la mayoría de casos, no sabemos discutir, no sabemos argumentar nuestras ideas, pensamientos o sentimientos, a pesar de que estos últimos si que pueden llegar a ser mucho más complicados de argumentar, sin entrar en muchos casos, en verdaderas batallas campales, sin elevar el tono de voz, el no ser capaces de entender que puede haber una opinión totalmente diferente a la nuestra, y que ni la nuestra es mejor opinión por ser nuestra ni la de otra persona es peor por no ser la misma que la que tengamos nosotros, me cuesta entender a veces esa falta de tolerancia. Puedo entender que hay casos en los que no alterarse es complicado, incluso que ciertas opiniones sean mucho más difícil de entender que otras, puedo entender que no seamos capaces de entender nunca a la persona que tenemos al lado, pero no puedo entender que se pierda el respeto...
1 comentario:
Estoy completamente de acuerdo en que no se debe perder el respeto en una discusión, y es un error dejar que se nos hinche la vena, entre otras cosas porque nos hacemos más daño a nosotros mismos.
Sin embargo, hay muchas maneras de faltar al respeto, a veces gritamos, nos enfurecemos y nos dejamos llevar por la rabia cuando tratamos de explicar lo que para nosotros es una falta de respeto mientras la persona que tenemos delante nos mira como si habláramos en otro idioma.
Supongo que algunas veces es eso lo que pasa.
Cris
Publicar un comentario